Bueno, parece que todo el mundo tiene algo qué decir en prensa, radio, tv y sitios web importantes acerca del siglo que termina. Se encuentran mil pretextos para hacer referencias del Y2K. No faltan los que hablan del comienzo de una nueva era, y hay quienes hasta dicen que las muertes de personajes famosos como el actor del llanero solitario, Tito Guízar o
Paco Stanley tienen que ver con el cambio de era.
Albert Einstein es declarado el personaje del siglo. Se habla del deportista del siglo, de los 100 más grandes negocios del siglo, de los descubrimiento que cambiaron el siglo. O del emprendedor del milenio (Bill Gates según Entrepreneur). Del error del siglo. De los peores artistas del siglo.
Desde luego que lo anterior no tiene la menor relevancia. A menos que utilicemos la información para algo útil…
Esto tiene que ver un poco con lo que menciona Jeff Zeldman en su parodia acerca de los diarios personales en la web. ¿Qué hubiera pasado si én vez de hacer una gran película, Orson Welles se hubiera dedicado a hacer un diario en la web?
Por Dios, ¿Qué tal si, en vez de andar buscando los 10 descubrimientos que más impacto tuvieron en el siglo XX, nos ponemos a trabajar?
Otra forma de decir lo anterior es que hay cosas mucho más importantes que andarnos fijando en «qué fue lo que revolucionó al mundo en este siglo». Podemos extraviarnos «entre el estar y el ir», como diría Silvio Rodríguez. Perder el enfoque de lo actual por andar viendo lo que fue importante.
Monsiváis está de acuerdo
Justo después de escribir lo anterior, me encuentro con una
entrevista a Carlos Monsiváis en la que le hacen esta pregunta «¿Cuáles son los acontecimientos y las personalidades que definen al siglo XX mexicano?» (¡Qué grandiosa pregunta! ¡Cuánta labia podría vertirse hablando del glorioso siglo veinte mexicano! ¡Qué importantes nos creemos!)
El maestro responde: ''Toda respuesta sobre un asunto tan general se condena de antemano al fracaso…Es una empresa inútil vislumbrar un siglo tan complejo por medio de unos cuantos nombres y la enumeración fugaz de movimientos fundamentales''.
En lugar de escribir mi anterior diatriba, hubiera puesto solamente esa reflexión de Monsiváis…
Germán Dehesa también está de acuerdo con nostros
Hay un nuevo libro de Enrique Krauze titulado Mexicanos Eminentes (milenarista, por supuesto; Krauze es ultrapredecible) y Germán Dehesa comenta al respecto:
«… Por supuesto que existen los mexicanos eminentes .. nuestro problema, más allá de un facilón juego de palabras, es la enorme cantidad de mexicanos inminentes; de seres nacidos entre el Bravo y el Suchiate que, día tras día y siglo tras siglo, posponen para mejor momento la oportunidad de ser legales y leales con su nación…»
«… produce cierto escozor este asunto de que, de vez en cuando y contra todo pronóstico, aparezcan por aquí y por allá los mexicanos eminentes. Bienvenidos sean; pero hoy nuestra tarea y nuestro lujo consisten en trabajar con la debida alegría y tenacidad para que desaparezcan los mexicanos inminentes y ¡por fin! aparezcan, sencillos, tranquilos, contentos, los mexicanos. Tal cual.»
