La diferencia entre el éxito y el fracaso puede ser tu habilidad para posponer la gratificación. Esa es la leccion de Joaquín de Posada y en su libro Don’t Eat the Marshmallow… Yet! (No te comas el malvavisco… todavía).
De Posada descubrió un estudio en Stanford University donde se estudió a cien niños de 4 años. A los niños se les puso en una habitación con un malvavisco, les dijeron que si esperaban 20 minutos antes de comérselo, obtendrían un segundo malvavisco, y en ese momento podrían comerse los dos. En el salón donde se hizo el estudio, había cámaras que revelaban quiénes se comieron de inmediato el malvavisco, y quiénes esperaron.
14 años después, se regresó con los niños y se demostró que quienes tuvieron la capacidad de esperar los 20 minutos fueron mucho más exitosos en comparación al resto del grupo. Aquí hay un artículo al respecto en The New Yorker. Aquí, el artículo en Wikipedia acerca de deferred gratification.
En el sitio oficial del libro Don’t eat the marshmallow… yet se puede leer la introducción. Me hubiera gustado encontrar al menos un capítulo de muestra, pero creo que vale la pena ese breve fragmento sólo por esta idea:
Sir Francis Bacon dijo alguna vez: «concimiento es poder». Tenía razón pero olvidó agregar una palabra para hacer su frase a prueba de tontos: «el conocimiento aplicado es poder». Si tienes el conocimiento, pero no haces nada, es como si no supieras. Es tan simple como eso.

Yo me entere del experimento de Stanford en WNYC Podcast:
http://blogs.wnyc.org/radiolab/2009/03/09/mischel’s-marshmallows/
Si no quieren leer el artículo del New Yorker les recomiendo este programa de radio, muy bien hecho y divertido!
QUISIERA SABER EL CAPITULO DE DONDE SALE HABLANDO DE LA GASELA Y EL LEON