Viniendo este comentario de un gran gurú del diseño, Don Norman, es para tomarse en cuenta.
Don Norman sostiene en su libro «The invisible computer» que las computdoras deben de ser objetos invisibles, que no estorben en nuestras vidas, que no interfieran con nuestro trabajo.
En la otra esquina están los pragmáticos, que sostienen que un objeto tan «cool» estará fuera de combate muy pronto ya que, según ellos, el dominio de Microsoft no sucedió debido a que promovieran productos bonitos, sino utilitarios
Tal vez. Los primeros Ford T eran horrendos e inseguros pero dieron la pauta a una industria.
Pero tal vez también estemos siendo testigos de la despedida de las viejas «desktop computers» (incluyendo las Mac, por supuesto), esas cajas cuadradas con enorme monito con cables por todos lados. Que así sea.
