Estas últimas 4 semanas han sido una ráfaga para mí, pues he estado dividiendo mi tiempo para poder estar cerca de mi padre enfermo. A raíz de su desidia, descuido y reticencia a atenderse se le han presentado al menos tres graves problemas médicos de un golpe.
Ha sido inevitable desatender mi negocio. Más que nunca, valoro inmensamente a Mónica, mi esposa y socia quien ha estado al frente, atendiendo el vendaval de llamadas y resolviendo innumberables problemas.
Para empezar, el día de mañana, sábado 5 de noviembre, operarán a mi padre de la próstata, y después vienen otros procesos para otras cosas que se han presentado. La crónica de cómo llegamos a esto la dejaré para después, pero sí escribiré algunas de las lecciones que me han dejado estas 4 semanas.
1. No confíes en los doctores de ciudad pequeña o de pueblo. En el caso de mi padre, ninguno de dos consultados pudo detectar infartos cerebrales y graves problemas de próstata.
2. Especialmente en el caso del padre, no permitas que tus padres decidan cuándo quieren ver al médico. Después de los 60 es imperativo que sean revisados con frecuencia aunque no quieran, así que arréglatelas para que vean al doctor. Mi padre tenía cuatro años sin consultar al urólogo, por ejemplo, y nunca quiso que lo revisara un neurólogo a pesar de las enormes sospechas que siempre tuve de que tuviera problemas neurológicos. Esta es de las ocasiones en que uno odia tener la razón.
3. No rompas tus puentes. Ni con familiares, ni con amigos. Afortunadamente yo no lo hice, y he encontrado invaluable apoyo por todos lados. Mención especial, como lo decía en un principio para Mónica, mi esposa y socia, y para Aurea Carro, mi prima, cuyo apoyo me costaría trabajo resumir en varias hojas. Muchos amigos en el D.F., en Puebla y Perote me sacaron de más de un apuro logístico.
4. No dejes nada para después. Esto es especialmente cierto en una enfermedad grave y sobre todo en el caso de mi padre, que se descuidó demasiado. Pero aún en nosotros puede surgir la tentación de posponer pequeños detalles, que después pueden consumir horas o tener graves consecuencias.
5. Procura que tengan algún tipo de seguro médico. Para esta operación de próstata afortunadamente podemos costearlo, pero para lo que viene después lo mejor será alguna institución como el Seguro Social en México, por el prestigio y la calidad que tiene el Centro Médico en las ciudades más importantes. Mi padre no tiene ningún tipo de seguro y ahora estoy en este proceso de darlo de alta.
6. Getting things done es la ley. Vaya forma de celebrar un año de aplicar este sistema de organización, y qué mejor forma de aprovecharlo que ayudando a mi padre.
Escuché recientemente que las dificultades se presentan cuando se están haciendo cambios profundos. La vida nos pone estas dificultades y la manera como los resolvemos refuerza o debilita este cambio. En mi caso, creo que todo está resultando para bien. Mi padre conserva un excelente ánimo y ahora hasta come mucho mejor que antes. Creo que vamos por buen camino.

Gustavo espero que tu padre se este recuperando satisfactoriamente! Un saludo!
Animo, Por siempre y para siempre la familia es primero.